"Una kajira debe guardar muchas cosas para su Señor,
sorpresas que alegren el día a día.
Sonrisas que reconforten una dura jornada,
miradas que den paz al alma agitada,
caricias que hagan volar la imaginación,
olores que inspiren a las confidencias,
paciencia que de valor al tiempo,
respeto hacia los actos de su Señor.
Amor para acunar los sueños.
Pasión para alborotar los sentidos,
fuego para mantener prendido a su Amo,
humor para afrontar los designios de las lunas.
Pero sobre todo y por encima de todo,
debe guardar magia,
magia en su interior,
magia que la haga sobrevivir
y la convierta en ese sueño buscado,
anhelado y encontrado
de su Amo."
(de Los jardines de Ar)