Camino hacia Cos(III)...


Era para volverse loco, como los pobres pedigueños de las ciudades de este planeta que por un miserable tarsko de cobre hacen para ti de todo, incluso llamandote 'Amo' dese cantar una canción y bailar ridiculamente hasta traerte una bota de agua fresca o guiarte hacia las tabernas y posadas... almas a las que los RR SS les habian desprovisto del caracter necesario para manejar el acero o el arco y a los que nadie podia sacar partido como mano de obra esclava, incluso pagada y Libre. De hecho en Gor es usual eximir de la esclavitud a los poetas y a los músicos. Acababan siendo mendigos y locos, siempre malolientes en las esquinas de las ciudades

Asi me sentia yo... porque ¿no es acaso motivo para la locura tener bajo mi mando una envidiada caravana con esclavas y esclavos recien marcados en su mayoría? Oro, comida, respeto, acero y la carne que yo deseara, siempre que viajase en mis jaulas estaban a mi disposición. Y sin embargo me sentía tan vacio y desgraciado como cualquiera de esos pobres cantantes o aguadores...

"Los ojos de una kajira son dos quivas. Una se te clava en el corazón, desangrándolo, la otra en la vena que alimenta la cabeza haciendote perder la capacidad de raciocinio" "no se ha construido una boleadora tan perfecta como la mirada de una esclava.. es tan perfecta que cuando te atrapan los pies con ella ni siquieras haces ademán de resistirte, al contrario, deseas que te atrape aún co mas fuerza"

Estos son dichos de las tabernas de este mundo. Es posible que aquellos ojos verdes que vi un día cuando le di permiso para que se encontraran con los mios estuviesen convirtiendose en mi kiva y no en la boleadora que desearia tener enroscada en mis tobillos, para que asi solo pudiera ver a la esclava dueña de esos ojos sin moverme hacia ningun otro lugar.

Se que era motivo de comentario entre mis guardias "¿por qué las pieles del esclavista están vacias?" Yo mismo supervisaba los marcajes, la distribución de la mercancia e incluso su calidad. Con mi mano agarraba en cada mano del pasaje decenas de pechos para comprobar su firmeza, entre las quejas de aquellas pobres animales que aun no comprendían el alcance real de las palabras 'ser esclava en Gor'. Pero aquellos exámenes de la mercancia acababan en las jaulas, con frialdad de esclavista experto. Nada llegaba a mi kaiila ni a las pieles de mi carro

"¿Por qué las pieles del esclavista están vacias?" Un día oí el comentario directamente, como un rumor. Di órdenes precisas para que los dos guardias me fuesen mostrados ante mí atados con las manos por encima de sus cabezas a sendos árboles cercanos. Su espalda, completamente expuesta se convirtió en el pergamino con el que fui dibujando con sangre y mi látigo la intencionalidad oculta tras esas palabras.

"porque Zarender solo se lleva lo mejor a sus pieles, y ahora lo mejor, escasea, ost inmundo. ¿quieres saber más?" le susurré cuando di el castigo por finalizado escupiendo a la cara de uno de esos desdichados. La mercancía presenció esta escena con auténtico pavor, sin entender nada. Las chicas chillaron, lloraron, agitaron barrotes y todo tipo de cadenas suplicando o bien que parase el castigo o bien que les mejorase su condicion social, promocionándolas de esclavas a mujeres libres... los hombres tensaron con furia esposas y eslabones, dando patadas a los barrotes sabendo que estaban en manos de otros.. estaban, para ser precisos, en mis manos.

Aquella disciplina brutal, pero efectiva devolvió el orden a mi caravana y alejó habladurías. Los esclavos temen a sus guardianes, Y los guardianes me temen a mí. Y así tenía que ser.

¿Y a quien temía yo? Temía a los asaltantes. Y muy especialmente, a los RR SS. Temía que algun dia una kajira, de ojos verdes y morena,llamada jjadde, pudiera hacer conmigo lo que deseara.
Y por un extraño presentimiento la sentia cerca.....
 

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