Baile....


La kajira baila, baila y baila ardiendo en deseos de complacer, en los momentos de éxtasis le gustaría pedir perdón y admitir las disciplinas que se considerasen convenientes por arrastrar con sus movimientos a una banda de músicos ya que ¿quién es una kajira para ni siquiera insinuar a nadie que haga algo? Y ella allí está, arrastrando tras de sí los acordes en la atmósfera. Le gustaría ser perdonada por ser tan insultantemente bella, por atraer a su cuerpo ojos que no son los de su Amo, los únicos que de verdad y para siempre tienen poder sobre ella, pedír perdón por no ser perfecta en cada uno de sus movimientos.

Acaba la composición, acaba el flujo de sus pensamientos de rodillas, sus piernas entreabiertas, muñecas cruzadas en la espalda y cara dirigida al suelo. Un imperceptible y jadeante 'esta esclava desea haberle complacido, mi Amo, Dueño y Señor....