Tú duermes ya lo sé.
Yo estoy velando tus sueños.
No importa que estés lejos,
que no escuche tu voz en la sombra
no importa que no pueda pasar mi mano
sobre tu cabeza, tus sienes y tus labios.
Yo estoy velando siempre.
No importa que no pueda acurrucarme sin saberlo
para que tu me abraces sin sentirlo,
para que me retengas mientras yo tiemblo
y digo simplemente palabras que no escuchas.
Yo puedo estar lejos,
pero sigo velando cuando duermes.
(Julia Prilutzky)